Ilusión. 
Había una vez un campesino gordo y feo,
que se había enamorado (¡cómo no!)
de una princesa hermosa.
Un día, la princesa (valla a saber por qué)
le dio un beso al feo y gordo campesino...
Y mágicamente, esté se transformó en un esbelto y apuesto príncipe...
(Por lo menos, así lo veía ella).
(Por lo menos, así se sentía el).