- ¿Lo
quieres?
- Sí.
- ¿Lo
amas?
- Si.
- ¿Y
por qué no estás con el?
-
Porque el no me quiere, ni tampoco me ama…
- ¿Quien
dice eso?
- Es
lo que pienso, es lo que parece.
- ¿Y
si es así, qué esperas para enamorarlo?
- Ya
lo intenté más de una vez y fallé.
- ¿Y
te rindes así tan rápido?
- No
lo se, es que me canse de intentarlo.
- ¿Y
por qué no la buscas de una vez y le dices lo que sientes?
- El
no me quiere como un amor.
- ¿Y
no haces nada?
- El
es feliz sin mí, es feliz así.
-
Nunca te rindas tan fácilmente.
- ¿Por
qué?
-
Porque quizás el piensa en ti y nunca te lo pudo decir.